Quizás ese fin de semana solo buscábamos perdernos en las carreteras asturianas, y fue así como llegamos a Taramundi. Después de 3 puertos de montaña, 4 horas y alguna parada para repostar, sin mencionar el embalse de Grandas de Salime, que me pareció sinceramente una obra grandiosa de una época oscura de España.