Magaly Crespo Alvarez No se si porque era el fin de semana de mis treinta y… o por la compañia, pero necesitaba dedicarle unas lineas a ese alojamiento lleno de paz y calma.
La lecheria de Babia se sitúa en el pueblo de San Emiliano, que es cabeza del ayuntamiento y sin duda, uno de los pueblos con mejores servicios en cuanto a comercios y restaurantes. Ademas, las Ubiñas y el Puerto de Ventana son fácilmente accesibles desde esta localidad, un atractivo irrefutable para las almas montaneras.
Cuando ves a Ángel, su propietario, por primera vez, sabes que estarás bien en su casa. Su cordialidad se ve reflejada a la perfección en sus alojamientos. Todas las casas son del catalogo del buen gusto y es difícil decidir en cual alojarse, porque cada una de ellas tiene su encanto y desprenden sensaciones como las que encontramos al llegar a un sitio en el que buscamos estar bien.
Su emplazamiento, en pleno corazón de la naturaleza.
Nuestra elección fue la casa del agua, no solamente por su habitación abuhardillada y sus enormes cristaleras, sino también porque teníamos ganas de escuchar el murmullo del agua de la antigua lecheria.
El recibimiento no pudo ser mas cálido, chimenea encendida, hogaza en la cocina y bizcocho recién hecho… Mmmm…
La casa esta decorada con elegancia, y cuenta con un espacio exterior muy agradable, ideal para tomar un te después del paseo o un desayuno con vistas al paraíso.
Es sin duda un lugar para repetir, ya que Babia tiene un abanico de posibilidades y actividades a los largo del ano. Ángel, muy amable, pone a disposición de sus huéspedes mapas y folletos informativos de la zona. Ademas, es un alojamiento «dog friendly», e ideal para las familias, sus patos y gallinas harán las delicias de los diminutos de la casa.
Volveremos.
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